¿Quién podría sanarme?
Si tengo dolor y pena
Cuando el corazón emerge
Y el espíritu se sumerge.
¿Dónde te resguardas ahora?
Donde vivo no me acerco
Ni las flechas de Cupido te hieren
Pero para conmigo ha sido certero
De la soledad a donde pertenecía
Llegaste a robarme mi poco palpitar
Dejándome así sin meditar
Viniste, tomaste y luego dejaste.
Te quedaste en mi conciencia,
Cautivándome con tu presencia,
Sin saber que otra vez ha pasado
Que con lágrimas he terminado…
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